25.8.08



UNA PARA TODAS Y TODAS PARA UNA

Muchas veces reniego de mi condición de mujer, y he certificado, por suerte o desgracia, no ser la única. Basta una reunión de tetas para saber que mi sabor amargo a los mandatos culturales a los que nos sometemos (que idiotas!!) y nos someten es casi una enfermedad diseminada por todos los recónditos espacios que hacen al quehacer de las del sexo femenino.
Son muchas las cosas a las que debemos prestar "especial" atención. Por ejemplo: sos mujer y te cabe el rubiecito que está en la esquina de la barra, pero el morochito del trago oscuro te parece sumamente sexy. De repente aparece un colorado muy prometedor, que no se nubla pero queda en segundo orden por un rapadito divino que rompió en la escena. Sin caminar metros más, un extraño de pelo largo te hace girar la cabeza y el amigo de una amiga de tu amigo cae con un conocido muy gauchito.
El dilema (en mayúscula) inicia con la selección.
Primera objeción al mandato social, cultural, cuasi machista del gen argentino: ¿por qué carajo tengo yo, vos o ella que decidir por alguno?, ¿Por qué no puedo convertirme en la "chica más ganadora de la hisotira", en "la más capa del sexo", en "la diosa porno del boliche"? ¿O a caso ELLOS no se califican así si chapan con dos o más?.

Es este el momento para decidir si somos capaces de bancarnos el apodo calificativo de PUTA, que de seguro nos rotulará.
Una vez que nos cagamos en Dios y María Santísima y accedemos a transar por doquier aparece la segunda instancia de la disyuntiva: ¿Cómo corno hago para explicarle a todos los salames que me bardearán el día después? ¿Les digo algo, los mando a la mierda? ¿Qué contestación puede sacarme del apriete?. Obviamente la respuesta llega tarde, y sin más rodeos, nuestros rostros se tornan fucsia y ante la mirada masculina nos volvemos OBJETOS SEXUALES QUE NO TIENEN SENTIMIENTOS, SINO CALENTURA (¿Qué extraña concepción de los sentimientos tienen algunos tipos, no?).


El cómo sacarnos ese rótulo merece un texto aparte, pero este no pretende ser explicativo para ellos sino para nos: MUCHACHAS DEJEMOS DE LLAMARNOS PUTA ENTRE LAS MUJERES. Yo comenzaré a dejarlo de hacer a partir de este momento.

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11.8.08


UN MAL NECESARIO

No soporto la mala onda. La detestó, la destierro, la escupo. Es como estar presionado por un gigante compresor que tiene el firme propósito de dejarte enojado, pequeño y maltratado.
Son muchos individuos los que veo al cabo del día con este gesto de mierda; y ojo que mi espejo, una o dos veces por semana, me manda derechito a la estratófera ortiba.
Porque convengamos que es un mundo aparte, en donde nada te basta, en donde todo cae pésimo, en donde esa mínima palabra -no se sabe muy bien cual- te irritará a más no poder.
Es como si los astros se divorciaran de tu suerte, y en ese mismo instante pisas el sorete de algún perro inoportuno, o ves pasar el cole más allá de los metros que tu oxigeno te permitiría correr y de repente un jovencito con peinado de idiota te pide que le contestas una encuesta pedorra de cómo carajo ves vos la ciudad.
El mal humor es, sin duda, un fenómeno insoportable que al cabo de su evolución y posterior fin te hace pedir disculpas cuarenta veces a cuarenta y un personas distintas, que encima estarán de seguro en una de esas jornadas de jolgorio y te colocarán en la cima de las cargadas del día después...
La mala onda, fea vibra, espantosa sensación de odio o como corno se les ocurra llamarle no es más que un estado anímico que nace del culito mismo de todos los que tienen sangre en las venas.


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10.8.08



AHORA ENTIENDO TODO

Por medio de mis padres, hoy me entero que de chica siempre aborrecí las malas palabras.
Cuando alguien las pronunciaba solía taparme los oídos, aunque no estuviesen dirigidas hacia mi. Esta actitud era un tanto extraña, si explico que mi flia siempre fue y es un ligeramente boca sucia. No se putea todo el tiempo, pero sí cuando es necesario (y un poquito más, por las dudas).
Con el correr de los años creo haber hallado la raíz de mi gusto por ser boca sucia. La abuela Irma, un extraordinario personaje del árbol genealógico, es una diosa de la puteada. Siempre sabe cuando utilizarla, cuando esconderla y cuando disfrazarla.
Desde pequeña la escuché, y evidentemente por un tiempo mucha gracia no me causó, pero la tentación por decir a viva voz un "pedazo de pelotudo" no tardó en encerderse.
Un dicho, pronunciado por la abue, y que hoy es biblia de sus siete nietos fue sin duda el inicio en este camino sin retorno que son las malas palabras. Lo comparto:


ADIOS ENCANTO DE LA MIERDA PURA,

SORETE DURO, ¿QUIÉN TE CAGÓ?

ANDÁ A LA MIERDA CON TU HERMOSURA

Y ANDÁ A LA PUTA QUE TE PARIÓ


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7.8.08


ESTA ES UNA LOCA DE MIERDA

Ubicación Ceci... ¿ No te enseñaron que amenazar a personas es de mala educación? ¿Que defender a torturadores, mal bichos, gente fea y retorcida es de cuarta? ayy Ceci, me parece que vos no aprendes más!!!! Con ese gesto, denigrante y poco civilizado, la Pando, defensora a ultranza de los cerdos que promovieron el terrorismo de Estado durante los ´70, amenazó al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, tras la sentencia de la Corte correntina que condenó a cuatro militares por hechos de lesa humanidad. ¡Tomen soretes! Sin duda, la existencia de una loca de mierda como Ceci es sinónimo de la existencia aún de hilos represores en nuestro país y las imágenes que ayer pudieron verse en la tele, páginas web, etc, etc, etc me gustaría dedicarselas, con papel y moño, a todos esos inconcientes que pronuncian a viva voz un pésimo sentido de extraño a la Junta y sus secuaces...